Historias que escribo de vez en cuando

Balder habre un tema donde poder colgarlas, que nosea todo en posts, que quedan muy feas XD. Por favor y gracias^^

Esta es la historieta de Pupo y sus amigos, espero que os guste y os divirtais.

Pupo vivía en un bosque muy tranquilo y solitario, cuidando y vigilando el Bosque Äldoria, cuando a media tarde notó una presencia en su bosque, era La dama Äldor, Käellenä. Le contó que Agalla había conseguido reunir mucho poder y que dentro de pocas semanas conseguiría estar en su apogeo y conseguiría dominar el mundo si no se le oponía resistencia antes de que eso pasase, de lo contrario, todo acabaría. Sólo el poder, el valor y la fuerza de tres seres puros, lograrían derrotar a Agalla, La Bruja Oscura.

En mitad de la noche tres viajeros observaban un campo lleno de cuerpos en descomposición, charcos de sangre y tripas desparramadas por el suelo. Estaban haciendo un reconocimiento campal, mientras contaban las bajas aliadas y enemigas. El más pequeño de estatura, un Äldor llamado Pupo, dijo:

-¡No es posible! -replicó un personajillo de no más de un metro de altitud- ¡Qué peste! ¿Te has tirado un pedo? ¡Qué marrano! No puede ser, qué peste…
-Tranquilo Pupo, sólo es una guerra, suelen oler así de mal -Le dijo el bardo que le acompañaba, tenía tez morena y pelo castaño y largo, con una voz suave y pausada sin mostrar ninguna molestia ante su amiguito-. No parece que te haya gustad…
-Vaaayaa… ¿Así que esto es una guerra? Es un poco caótica ¡Y huele mal! No me gusta, no. No ¡A la próxima vais solos!¿Cómo te has dignado a traerme a este lugar que esta en el culo del mundo? y nunca mejor dicho…
-¡Pupo! No seas malhablado, no te sacamos de la cárcel de Carries para que sueltes improperios a los cuatro vientos, te sacamos porque te debemos ayudar en tu camino hacia la salvación del mundo. Así que compórtate ¿vale? –Dijo el fornido guerrero de ojos amarillos que iba montado en un caballo negro azabache- Será mejor que vayamos hacia nuestro destino, sino el sol no volverá a salir…Mejor que no nos entretengamos más y lleguemos al Monte Celeste antes del amanecer.
-Síiiii. Jo, qué pesado…!-Dijo en un susurro inaudible que sólo el bardo pudo oír-.
El bardo se rió por lo bajo y los tres reanudaron su camino hacia la torre del cielo, su ubicación era el norte, entre las montañas más altas del continente.

Una vez allí, su misión era derrotar a Agalla, una bruja oscura muy poderosa, tan poderosa que hasta tenía dragones entre sus hordas de demonios y engendros del mismísimo infierno.
Al fin llegaron antes de que amaneciese, como Urtos quiso que fuere, fue.
-¡Hemos llegado chicos! Tendríamos que desayunar y descansar unas horas. Pupo, hechiza a los caballos, que duerman un poco, se lo han ganado.
-Uff… ¡por fin! –se sentó el bardo dejando todos los bártulos en el suelo- qué subidita… ¡ya podría haber cargado el águila los bártulos!
-Sí claro y también que me preparase una taza de cacao con azúcar de Terrel-Fehn mientras caía en picado ¿no?, aunque si que era una subidita larga, aún nos queda más subida por hacer –dijo Pupo jovialmente, mientras bajaba de su águila gigante- Venga a dormir caballitos… Lo habéis hecho muy bien. Toma esto es para ti – le lanzó un trozo de filete de buey al águila, la cual lo cogió en el aire-.
-Pupoo… -dijo Braggio
-¿Qué?
-Al menos prepararás el desayuno ¿verdad?
-Claro –dijo irónicamente- ¿con leche o sin leche?
-Con, por favor.
-¡Pues toma! –de repente Pupo le dio un sartenazo en toda la cabeza al pobre Braggio, que cayó redondo inconsciente y Pupo se puso a dormir-. Hoy no desayunaremos, hoy almorzaremos ¿vale?-.
El guerrero asintió y tragó saliva temiendo un brutal sartenazo por parte del alocado Äldor y seguidamente se puso a dormir él también.
Al despertar Pupo curó a Braggio y le sirvió una ración triple de las raciones que daba normalmente. Mientras comían se lamentaban porque ése podría ser el último día de su vida.

Todo comenzó cuando Pupo salió de su bosque por primera vez en su vida. En sus interminables andanzas conoció a un trovador muy borrachín, malhablado y mujeriego, el cual conocía a Braggio, ya que eran del mismo gremio de trovadores, así fue cómo se conocieron Pupo y Braggio. En una taberna dieron esquinazo al borracho de Turmanar. Tras recorrer unas cuantas aldeas, encontraron a Urtos, un guerrero formidablemente fuerte, de pelo oscuro, piel más bien clara y con unos ojos muy amarillos. Cuando le explicaron lo que sucedía y lo que podía suceder si no hacían algo para evitarlo, el formidable guerrero, no dudó un instante y se fue con Braggio y Pupo hacia esa descabellada y peligrosa aventura.
Pupo transformo a los caballos en hipogrifos para que los llevasen hasta lo más alto. Llegaron a medio día, al atardecer sería cuando Pupo entraría en su apogeo mágico, mientras que a media noche lo haría Agalla.
Al llegar a la sala del trono mágico, mientras Braggio potenciaba la magia de Pupo y le infundía valor a través de sus canciones, Urtos entablaba batalla con la guardia personal de Agalla, armado con un enorme mazo a dos manos, batallaba a los gigantes de piedra y granito que ella invocaba.
Agalla empezó a invocar sirvientes tenebrosos, cuando Pupo creía que ya no podían ser más poderosos, se los sacaba aún más terroríficos. Pupo se estaba hartando y ya estaba en las últimas, al igual que Agalla, con tanta invocación empezaba a agotarse lentamente. Pupo sacó fuerzas de flaqueza y empezó a lanzar conjuros a diestro y siniestro, rayos, truenos, erupciones, terremotos, gárgolas de fuego, titanes de agua, tormentas de meteoros empezaron a caer dentro de una sala de tres centenares de metros cuadrados… Después empezó a invocar animales de los bosques; dríadas, arqueros de corteza de pino, gigantes del lodazal, águilas gigantes, grifos, unicornios, dragones de la naturaleza…
Ante tal despliegue de poder, La Bruja Oscura, no tuvo más remedio que defenderse de tales ataques, pero eran tan devastadores y certeros que sus hordas se reducían de diez en diez. Empezaban a cansarse los dos y aún quedaba una hora hasta el atardecer.
Esa batalla ya no era una guerra, era una partida de ajedrez, el que jugase sus mejores hechizos en el momento preciso ganaba. Pupo únicamente quería ganar tiempo así que se preparó una defensa de hechizos abrumadora, sacó reliquias y talismanes dispersa-hechizos de gran poder y alcance. Unos minutos antes del atardecer, pupo estaba perdiendo, empezaban a herirle los hechizos conjurados por Agalla, pero no se dejó ganar y pudo resistir unos minutos.
“Atardecer eres mi poder” recito para si mismo Pupo, entonces una oleada de poder inmenso inundó la sala, había tanto poder acumulado en tan poco sitio que se empezaron a deshacer las telas y las banderas del castillo de Agalla, Urtos estaba moribundo y Braggio ya no podía más, tenía los brazos agarrotados y la garganta le dolía muchísimo. Pupo, en su máximo esplendor, los sanó extendiendo su magia hacia ellos y les dio fuerzas para luchar durante una semana seguida, inmovilizó a Agalla con su magia y Urtos le arrancó la cabeza de un mazazo, mientras que Braggio le atravesó el corazón con una certera flecha.
Agalla, muerta, no pudo contener su magia, así que explotó todo su poder, a su vez que se perdía en el universo infinito de la muerte…

Los tres héroes, fueron protegidos por el escudo mágico de Pupo.

Después de tales hazañas Pupo se fue a vivir a su Bosque de Äldoria y fue reconocido como un anciano venerable, Urtos y Braggio se quedaron a vivir con él, un tiempo…

Vivieron felices de borrachera en borrachera pero Pupo tuvo un accidente mágico y murió en su propio experimento. En cambio, Urtos fue asesinado por un ajuste de cuentas con un “viejo compañero” de una taberna y Braggio iba conduciendo ebrio y se mató empotrándose contra una pared de piedra maciza.

~FIN~

nadie comenta nada

sorry tio yo hasta el jueves de la semana que viene estare mas bien offline por el trabajo, pero te prometo que cuando vuelva posteare aqui y en la Historia sin fin!
PD me voy de viaje de negocios aqui :
https://www.youtube.com/watch?v=N6MkXeR7t2A